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Por: Jesús Domingo
Hoy mismo se ha sabido que las reservas de agua a nivel en todas las cuencas esta al 47 %, niveles parecidos a los que provocaron la crisis la pasada primavera. Una vez más, la ausencia de una política nacional en materia de agua provoca un conflicto de todos contra todos.
Hoy mismo se ha sabido que las reservas de agua a nivel en todas las cuencas esta al 47 %, niveles parecidos a los que provocaron la crisis la pasada primavera. Una vez más, la ausencia de una política nacional en materia de agua provoca un conflicto de todos contra todos. Medio Ambiente ha negado que esté "sobre la mesa" el trasvase a Levante desde la cuenca extremeña del Tajo, pero lo cierto es que el Gobierno sí se lo ha planteado, independientemente de que ahora argumente que el único trasvase en estudio es el del Ródano. Los expertos explican que no es un verdadero trasvase, sino un complemento del Tajo-Segura debido a la incapacidad de los pantanos de cabecera de generar los excedentes necesarios. Sea como sea en el futuro, lo cierto es que hoy el Gobierno ha abierto un nuevo capítulo en la "guerra del agua", generando inquietud y demostrando desorientación: tan pronto pasa de las desaladoras a los trasvases, como hace parada intermedia en los supuestos "mini-trasvases".
Rodríguez Zapatero es el responsable de una política territorial que, al perder de vista el interés general, se traduce en enfrentamientos entre comunidades que mantienen desde siempre sólidos vínculos sociales, económicos y afectivos. La necesidad oportunista del PSOE de sostener a Montilla a frente del tripartito catalán es el origen de la nefasta política hidráulica actual que nadie reconduce con racionalidad.
Jesús D Mez Madrid
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