3/05/2009

El modelo de concesión de obra pública del Plan de Depuración de Aragón en las II Jornadas sobre políticas de participación pública y privada de la OCDE


Aragón representa a España en las II Jornadas sobre políticas de participación pública y privada de la OCDE

El director del Instituto Aragonés del Agua, Rafael Izquierdo, ha explicado el modelo de concesión de obra pública del Plan Especial de Depuración en esta sesión técnica con representantes de más de treinta países

La participación aragonesa es fruto de la reunión mantenida la pasada semana entre el consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, y el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría

 

La OCDE ha celebrado hoy las II Jornadas sobre políticas de participación y colaboración pública y privada, donde el director del Instituto Aragonés del Agua, Rafael Izquierdo, ha explicado las características del modelo de concesión de obra publica del Plan Especial de Depuración. Esta participación es fruto de la reunión mantenida la pasada semana entre el consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, y el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, donde se anunció que esta organización llevaría el modelo aragonés al próximo Foro Mundial del Agua de Estambul en su informe de casos de estudio que pueden servir para aplicarse en otras regiones.

 

De este modo, el modelo aragonés ha supuesto la aportación española a estas Jornadas en las que hay representados más de treinta países. Izquierdo ha destacado en su intervención las principales características del modelo aragonés, tanto las responsabilidades de la administración como las de las empresas, así como los beneficios finales de este sistema. El modelo de concesión de obra pública puesto en marcha por el Plan Especial de Depuración, el Departamento de Medio Ambiente también lo ha desarrollado en otros planes del como el Plan de Gestión Integral de Residuos de Aragón (GIRA) o el Plan Pirineos.

 

En su intervención, Izquierdo ha destacado que en este modelo, en primer lugar, hay una colaboración entre las administraciones públicas, como es la delegación de competencias en materia de depuración de los ayuntamientos al Departamento de Medio Ambiente, a través del Instituto del Agua, para la supervisión y coordinación de las obras de depuración, así como también la cesión de terrenos para las instalaciones. El Instituto Aragonés del Agua se encarga también del pago a las concesionarias, y la recaudación del canon de saneamiento, solidario y ecológico, entre otras cuestiones. Por su parte, la participación privada aporta la financiación para la construcción de las depuradoras y lleva a cabo la explotación durante 20 años. De este modo, la construcción no computa como deuda para la administración publica, porque se transmite así el riesgo de la demanda, de la disponibilidad y de la construcción. Si las infraestructuras que se están construyendo a través de este modelo dependieran de la financiación directa de la Administración costaría tener las instalaciones más de veinte años.

 

Por último, Izquierdo ha destacado los beneficios de este modelo, no sólo los ambientales que son claros, como es la mejora en la calidad del agua, en la salud, sino también sociales, con la creación de empleo estable y duradero, con beneficios también para las empresas, lo que supone un efecto arrastre para que otras empresas se implanten en las zonas beneficiadas, y el desarrollo territorial que supone, creando empleo en zona marcadas tradicionalmente por la despoblación y la dispersión territorial. Por cada euro que se invierte en el Plan la riqueza que genera en la sociedad supone multiplicarlo por cuatro.

 

Reconocimiento internacional

 

El Plan Especial de Depuración también ha sido reconocido en otros foros internacionales, al recibir en 2008 el segundo premio de la revista Global Water Awards, que Boné recibió de la mano del Premio Nobel de la Paz 2006, Muhammad Yunus. Se trata de la publicación más prestigiosa del sector a nivel internacional, que concedió el premio en la categoría de Contribución Medioambiental del año por el interés del modelo público-privado (el sistema de concesión de obra pública), el gran número de habitantes que se verán beneficiados por este Plan, o el hecho de que posicione a Aragón a la vanguardia en cuanto al cumplimiento de las obligaciones derivadas de las Directivas Europeas respecto a depuración de aguas residuales, ya que permitirá subir del 65 al 90 por ciento de agua saneada.


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