4/02/2009

El futuro del agua está en la agricultura


 
 

A medida que vas haciendo años compruebas que los refranes y dichos procedentes de la sabiduría popular se cumplen. Recuerdo una que mi abuelo repetía con frecuencia "No nos acordamos de Santa Bárbara hasta que no trona". Hace justo un año todo era agua, problemas, contradicciones y manifestaciones. Este año, que gracias a Dios ha llovido durante el invierno, nadie se acuerdo casi ni de que existe y, por contra, es el principal componente de nuestro planea además de ser la base de la producción de alimentos.  

Tengo la sensación que nos pasa como al perro, en invierno cuando tiembla de frío con sus temblores dice: "tengo que hacer una casa, tengo..." en cambio, en verano cuando lo que le preocupa es el calor, con la lengua fuera va diciendo: "la haré, la haré...". Creo recordar que en la Generalitat (Govern, Parlament, ayuntamientos, comunidades, etc.) no se ha vuelto a tocar el tema, como si no se tratara de un país mediterráneo.  

Con motivo de la celebración, el día 22 de marzo, del "Día Internacional del Agua" el Director General de la FAO, Jacques Diouf, ha pedido que se preste mayor atención a la gestión del agua en la agricultura y más apoyo y orientación a los campesinos de los países en desarrollo para hacer frente a la escasez de agua y el problema que ello genera: el hambre.  

Diouf, en la apertura de la Conferencia Ministerial del Foro Mundial del Agua, afirmó: "El futuro del agua se encuentra en una agricultura más eficiente. Dijo también "Los millones de campesinos de todo el mundo que nos proporcionan los alimentos que comemos deben ser el eje central de cualquier proceso de cambio. Necesitan ser apoyados y guiados para producir más con menos agua. Ello requiere inversiones bien dirigidas, incentivos y un marco político adecuado".  

No debemos olvidar que la agricultura supone el 70 por ciento del total de consumo de agua dulce, a pesar de que existen importantes diferencias en función del nivel de desarrollo de los países. Nuestra capacidad en embalse para el Alto Empordà es muy limitada al tiempo que las necesidades, sólo para el riego, elevadas.  

Otro apriorismo importante, del que los hombres de ciudad nos hemos de empapar para evitar decir o escribir barbaridades, es que son suficientes tan solo de dos a tres litros de agua para que una persona tenga suficiente para beber a diario (cubrir las necesidades hídricas), pero se requieren 3.000 litros para producir los alimentos que consumimos en un día.  

Y es que como agricultor siempre lo he visto así: la agricultura tiene su responsabilidad principal en cubrir la demanda actual y futura de alimentos, pero también en gestionar el impacto medioambiental de la producción, cosa que no se deba dejar en manos de los agricultores, las administraciones y otros usuarios han de estar al lado.

En la citada conferencia, Diouf dijo también que el creciente número de víctimas del hambre, con cerca de mil millones de seres humanos -el 15 por ciento de la población mundial- que no tiene suficiente para comer, podría aumentar si no se toman "decisiones firmes y se inician acciones concretas y urgentes".  

Observamos cotidianamente como el mundo se enfrenta a cambios rápidos y sin precedentes de carácter global, incluyendo el crecimiento de la población, las migraciones, la urbanización, el cambio climático, la desertificación, las sequías, la degradación del suelo y los cambios profundos en las dietas alimentarias. Por lo tanto, el papel de la agricultura tiene hoy una doble vertiente: tiene que cubrir la brecha entre oferta y demanda, tanto a corto como a largo plazo, y también tiene que prevenir futuras crisis, aumentar la capacidad de resistencia de los más vulnerables y al mismo tiempo mitigar el impacto medioambiental.  

El mismo Diouf pidió un "nuevo pacto agrícola" que integre el papel fundamental del sector en el conjunto del desarrollo humano y fortalezca la gobernanza a nivel global de la seguridad alimentaria. "Tan solo si invertimos en agricultura sostenible productiva basada en una buena gestión del agua, lograremos cubrir nuestras necesidades de alimentos y energía, al mismo tiempo que salvaguardamos nuestros recursos naturales, de los que depende nuestro futuro", dijo Diouf.  

Las palabras de Diouf son claras y contundentes, nuestra alimentación depende de los agricultores, le agua es el elemento clave para asegurar la producción. Parece que la solución es clara: "Aseguremos que los agricultores dispongan del agua suficiente para producir los alimentos necesarios", Desgraciadamente no todos lo entendemos así.  

En el mismo Foro, Elena Espinosa ha reiterado el compromiso de España en la cooperación al desarrollo en consonancia con los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas, a cumplir en 2015, con el objetivo no sólo de promover el derecho al agua sino también de mejorar y ampliar la cobertura y el acceso al agua potable y al saneamiento básico, asegurando su sostenibilidad mediante la gestión integral del ciclo hidrológico. Nos parece palabras para cumplir en la medida que se pueda, pero faltas de un compromiso para que los agricultores dispongan del agua necesario.

Al concluir su intervención, Diouf expresó su esperanza de que el 5º Foro Mundial del Agua sirva "de llamamiento a la comunidad internacional para que garantice las inversiones urgentes necesarias en infraestructura hídrica en los países en desarrollo y se logre una mejor gestión de los recursos hídricos que pueden solucionar necesidades básicas del hombre y proporcionar medios de subsistencia productivos a las generaciones venideras". Esperemos que alguna se cumpla. 

Jesús Domingo Martínez
 
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