Tal y como publicó el Boletín Oficial de Aragón, hoy entra en vigor la Orden por la que se acuerda la implantación del servicio público de eliminación y valorización de escombros que no procedan de obras menores de construcción y reparación domiciliaria en la Comunidad Autónoma de Aragón. La primera área en la que se implanta es en la zona VI de Zaragoza, con un importe para la construcción y la gestión durante 25 años de las instalaciones que supera los cien millones de euros, siguiendo el modelo de concesión de obra pública.
La zona VI contempla el servicio, a través de tres instalaciones que se ubicarán en Zaragoza, Alfajarín y Bárboles, a 17 municipios: Alfajarín, Bárboles, Botorrita, Cadrete, Cuarte de Huerva, Farlete, Jaulín, María de Huerva, Marracos, Mozota, Nuez de Ebro, Osera de Ebro, Pastriz, La Puebla de Alfindén, Utebo, Villafranca de Ebro y Zaragoza.
La implantación de este servicio público de eliminación de residuos de construcción y demolición se realizará de forma progresiva, por zonas y por fases. Así, se realizará una implantación gradual con una primera fase, previa al inicio del período de explotación con un almacenamiento temporal, y una segunda fase normal de explotación construido y superado el período de prueba de los vertederos. Además la implantación se realizará por zonas.
Sólo la construcción requerirá una inversión de 12,4 millones de euros y a los empleos generados durante esta fase se sumaran los 34 empleos directos en explotación. Las obras fueron adjudicadas a la Construcciones Mariano López Navarro, S.A. (MLN), y constituirán una red integrada de instalaciones de valorización y eliminación de residuos de construcción y demolición. Está previsto que las instalaciones puedan gestionar 865.000 toneladas año. Cada instalación tendrá dos tipos de infraestructuras de gestión final de los residuos: plantas de reciclaje de residuos y vertederos de cola asociados a las plantas para la gestión de rechazos de valorización. Además, contará cada una de ellas con un aula de educación ambiental para la difusión de la gestión de los residuos y educar en la prevención.
Servicio público
El tratamiento de residuos de construcción y demolición fue declarado servicio público autonómico mediante la Ley 26/2003, de Medidas Tributarias y Administrativas, y se viene desarrollando, tal como establece del Plan de Gestión Integral de los Residuos de Aragón (GIRA), mediante el Decreto 1481/2001, de 27 de diciembre, del Gobierno de Aragón, por el que se regula la producción, posesión y gestión de los residuos de construcción y demolición
Para la prestación del servicio público de eliminación y valorización de residuos de construcción y demolición, la Comunidad Autónoma de Aragón se ha dividido en seis zonas, según criterios de proximidad, optimización y minimización de costes para los productores. De esta manera, la Comunidad Autónoma contará con una amplia red de más de cincuenta instalaciones distribuidas a lo largo de todo el territorio aragonés.
Mediante el modelo que se sigue de concesión de obra pública, el emplazamiento de las instalaciones es definido por el adjudicatario, que aporta los terrenos para las instalaciones con tamaño suficiente y con las características apropiadas para la implantación del tipo de infraestructuras requeridas, teniendo en cuenta una vida útil de al menos 25 años y las posibles ampliaciones.
Las tarifas se determinarán en aplicación del principio quien contamina paga y del principio de recuperación de costes, de manera que se repercutirá al usuario los costes de gestión en función del tipo y volumen de los residuos.
Tratamiento
Esta red de instalaciones permitirá el acopio de residuos de construcción y demolición, su caracterización y pesaje. Cada instalación tendrá una planta de valorización fija de residuos, dos básculas, dedicando una de ellas a pesaje de camiones a la entrada y la otra a pesaje a la salida, dotando a la instalación de mayor flexibilidad y fiabilidad.
En cada instalación, los residuos recibidos serán sometidos a una inspección visual y control de caracterización, pesados en el vehículo de transporte y descargados para su clasificación. Los residuos serán sometidos a un triaje para la separación de impropios y gestión externa de residuos peligrosos y no peligrosos que aparezcan mezclados con los de construcción y demolición tales como latas de pintura, fluorescentes, voluminosos, urbanos, etc. Asimismo, se separarán residuos valorizables como maderas y metales. Cada planta de valorización se compone de un precribador, una trituradora de mandíbulas para el triturado primario, molino de impactos para el triturado secundario, criba para clasificación del árido reciclado por tamaños, separación neumática de fracción ligera y separación magnética.
Finalmente, se procesarán los residuos a un proceso de machaqueo para la obtención de materias primas de segunda generación tales como áridos reciclados o suelos de relleno. Los rechazos de valorización serán gestionados en las tres instalaciones de la zona. Los vertederos aplicarán en su construcción las mejores técnicas disponibles y se ajustarán a los requisitos del Real Decreto 1481/2001, de 27 de diciembre, por el que se regula la eliminación de residuos mediante depósito en vertedero. Los vertederos contarán con una zona de servicios, separada de la zona de gestión donde se encentrarán el edificio de control y de explotación.
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