Sólo hay dos recreaciones virtuales similares: el David de Miguel Ángel y el Partenón
Se trata de un “rompecabezas” digital en 3D equivalente a más de un millón de páginas de libro
Nos da la misma percepción visual que tendríamos si estuviéramos frente al Monasterio de Ripoll
Permite moverse y “volar” para observar detalles del Pórtico desde perspectivas totalmente imposibles en el mundo real
Si los monjes del Monasterio románico de Santa María de Ripoll levantaran la cabeza… la bajarían de nuevo tranquilos al saber que su legado resistirá el paso del tiempo y llegará a las generaciones futuras. Todo ello gracias a un proyecto de realidad virtual dirigido por el ingeniero Pere Brunet, académico de la Real Academia de Ingeniería que coordina hoy una sesión sobre cómo preservar el Patrimonio Histórico de la Humanidad mediante nuevas tecnologías, en la que están participando destacados especialistas de nuestro país, China y Japón.
Se trata de un “rompecabezas” digital en 3D equivalente a más de un millón de páginas de libro
Nos da la misma percepción visual que tendríamos si estuviéramos frente al Monasterio de Ripoll
Permite moverse y “volar” para observar detalles del Pórtico desde perspectivas totalmente imposibles en el mundo real
Si los monjes del Monasterio románico de Santa María de Ripoll levantaran la cabeza… la bajarían de nuevo tranquilos al saber que su legado resistirá el paso del tiempo y llegará a las generaciones futuras. Todo ello gracias a un proyecto de realidad virtual dirigido por el ingeniero Pere Brunet, académico de la Real Academia de Ingeniería que coordina hoy una sesión sobre cómo preservar el Patrimonio Histórico de la Humanidad mediante nuevas tecnologías, en la que están participando destacados especialistas de nuestro país, China y Japón.
Desarrollado junto con el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC), sólo hay otros dos proyectos como el de Ripoll a nivel mundial: el David de Miguel Ángel y el Partenón. El modelo virtual del pórtico de Ripoll es de una fidelidad submilimétrica, según ha explicado el profesor Brunet, quien también es vicepresidente de la RAI. El proceso se inició con el escaneado de los 12 por 7 metros de fachada mediante técnica láser, “con una precisión de décimas de milímetro que permitió captar hasta la granulosidad de la piedra”.
El siguiente paso consistió en encajar los más de 2.000 fragmentos (redes virtuales de unos 30 cm x 30 cm cada uno) de este gran rompecabezas 3D: un volumen de información equivalente a más de un millón de páginas de libro. El resultado ha sido la reproducción virtual del conjunto con la misma percepción que tendríamos si estuviéramos frente al monasterio.
Este modelo 3D permite moverse y “volar” ante el pórtico para observar con técnicas estereoscópicas detalles desde perspectivas que serían completamente imposibles en el mundo real. La imagen se acompaña además con información didáctica, textual e histórica sobre el contexto, el significado y la evolución temporal de los materiales utilizados para la construcción del pórtico.
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