Aragón 22 de diciembre
Ecologistas en Acción
El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) comunicó a Ecologistas en Acción, el pasado día 16 de diciembre, que concede la Autorización Ambiental Integrada al proyecto de central térmica de Mequinenza, central que podría ser una de las últimas térmicas, basada en la quema convencional de carbón, que se construyan en Europa occidental, hecho que presumiblemente se puede atribuir a la presión ejercida por ciertos sectores del gobierno aragonés y empresarios mineros que tienen interés en el proyecto.
A pesar de la moción que aprobaron recientemente las Cortes Aragonesas, que condicionaba la aprobación de nuevas centrales térmicas al uso de tecnologías eficientes, y a pesar del objetivo manifestado por el propio Gobierno de Aragón de reducir en 1.300.000 toneladas las emisiones de CO2 para el año 2012, se concede autorización a una central térmica que producirá 3'7 veces más CO2 por unidad de energía generada que, por ejemplo, una central térmica de ciclo combinado a gas, y que, con las cerca de 400.000 toneladas/año de CO2 que expulsará al aire, hará pasar de un 41'4% a un 44% el aumento de emisiones de CO2 que Aragón ha tenido desde el año 1990, cifras que nos alejan más todavía de lo estipulado en el tratado de Kioto contra el calentamiento global del clima.
Ecologistas en Acción no solo considera contradictoria y frustrante esta autorización, que va contra la política de lucha contra el calentamiento global del clima, sino que además supone, de hecho, el sacrificio social de las poblaciones vecinas que se verán afectadas por las emisiones contaminantes de la central térmica. Ecologistas en Acción considera que el Gobierno de Aragón ha hecho caso omiso de todos los datos que indican que esta central térmica agravaría la contaminación por partículas y ozono troposférico que ya padece la zona. Tanto la contaminación por partículas, que afectan especialmente al aparato circulatorio, como la contaminación por ozono, que daña las plantas y las funciones respiratorias, suponen un serio problema sanitario que muchos estudios de la misma Unión Europea han puesto de manifiesto en los últimos años.
En el caso del ozono troposférico se añade, además, que el propio Gobierno de Aragón ignora los resultados del estudio que él mismo encargó al prestigioso Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) para que analizara el impacto que tendría la central térmica en su entorno en cuanto a este importante contaminante, cada vez más descontrolado. En ese estudio se muestra que la central térmica haría sobrepasar los límites legales del ozono de un modo significativo en las poblaciones que estuvieran en un radio de 60-80 km alrededor de Mequinenza. Así, por ejemplo, en el caso de la ciudad de Monzón, a 65 km de la térmica, los niveles máximos de ozono troposférico en un año (medias de 8 horas), se superarían de 9 a 16 días más de lo normal, según condiciones meteorológicas.
Además de reiterar su compromiso contra estos proyectos contaminantes Ecologistas en Acción manifestó este sábado, en una reunión con gente de la vecina población de Almatret, a la que acudieron también miembros de otras asociaciones, como la leridana IPCENA, que la tramitación del proyecto ha prescindido de un modo irregular de las opiniones de todos los municipios catalanes situados en esta zona fronteriza entre Aragón y Cataluña. Por ello, y por el efecto muy negativo que tendría la térmica para toda la región del entorno, se acordó en Almatret, entre otras cosas, relanzar la plataforma ciudadana que se opone a la térmica, así como agotar todos los procedimientos legales para evitar la construcción de nuevas centrales térmicas, tanto la central proyectada en Mequinenza como las centrales térmicas proyectadas en las vecinas Fayón y Riba-Roja, que agravarían más todavía la contaminación.
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