El Departamento de Medio Ambiente adjudicó en julio la mayor obra de descontaminación de suelos de Aragón, por más de 13 millones de euros, financiada mediante convenio con el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino
La directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, Marina Sevilla ha explicado que los trabajos se centran en la construcción de una estación para la clasificación de los residuos del antiguo vaso y de una nueva celda de seguridad
La directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, Marina Sevilla, acompañada por el director gerente de Sodemasa, Jesús Jiménez, ha visitado hoy los trabajos de descontaminación de suelos que se están llevando a cabo en el vertedero de Bailín de Sabiñánigo, afectado por la actividad de la empresa INQUINOSA en los años 70 y 80.
Se trata de los trabajos de desmantelamiento del antiguo vertedero, adjudicados por 13.332.740 euros, financiados por el Gobierno de Aragón y el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, a través de un convenio que permitirá invertir para avanzar hacia la descontaminación un total de 28,6 millones de euros hasta 2012. Este plan global incluye actuaciones en el vertedero de Sardas y en los terrenos de la antigua fábrica de Sabiñánigo.
La directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, Marina Sevilla, ha destacado durante la visita que se trata de la mayor obra de descontaminación ambiental iniciada en Aragón y una de las más importantes de las que se desarrollan en la actualidad en España. Sevilla ha subrayado que los trabajos que hoy se han visitado son los más importantes dentro de la estrategia para la descontaminación integral de toda la zona afectada por Inquinosa, que incluye actuaciones en los terrenos de la antigua fábrica y en el vertedero de Sardas, donde se instalará una nueva depuradora portátil a lo largo del mes de octubre, que ahora se construye en una planta industrial.
Los trabajos de la zona de Bailín se están ejecutando con la dirección técnica de la empresa pública SODEMASA. Incluyen la construcción de una nueva celda de máxima seguridad (con el triple de medidas sobre lo legalmente establecido), infraestructuras auxiliares, desmantelamiento y traslado del antiguo vertedero y restauración paisajística del entorno. Los primeros trabajos que se están acometiendo consisten en la toma del blanco ambiental (estudio de parámetros ambientales de suelo, agua y aire del emplazamiento concreto de la instalación) de acuerdo al plan de seguimiento ambiental establecido, ejecución de sondeos de reconocimiento hidrogeológico así como el movimiento de tierras de la nueva celda, estación de transferencia y zona de oficinas. En paralelo, se realizarán los trabajos de construcción del cerramiento perimetral.
Con esta actuación, se pretende resolver de manera definitiva la contaminación del vertedero de Bailín, dentro de la estrategia de descontaminación integral de todos los terrenos afectados por la actividad de INQUINOSA, y en los que ya se habían invertido más de 12 millones de euros desde el año 95. En todo momento, y ante la falta de respuesta efectiva de la empresa causante de la contaminación, el Gobierno de Aragón está actuando de forma subsidiaria.
La empresa adjudicataria es la UTE URBASER S.A. & MARCOR EBRO, S&A & GEOTECNIA Y CIMIENTOS S.A. para las obras; el servicio de asistencia técnica a la dirección de las obras ha recaído en Tecnología del Medio Ambiente S.A.; y el servicio para la coordinación de seguridad y salud ha sido adjudicado a SGS TECNOS, S.A.
Obras de Bailín
En una primera etapa se construirán las infraestructuras auxiliares destinadas a permitir la operación de desmantelamiento, así como un nuevo vaso de vertedero. Esta celda tendrá una capacidad de 200.000 m3 y contará el triple de medidas de seguridad que exige la normativa vigente, así como un diseño de absoluta fiabilidad frente a cualquier riesgo de filtración y sísmico. Con esta actuación se pretende evitar el riesgo que produciría dejar indefinidamente los suelos contaminados en su situación actual, a pesar de todos los trabajos realizados ya y la inversión acometida.
Además de la celda, se construirá un centro de transferencia de residuos, que permitirá la clasificación por tipologías de los residuos procedentes del vertedero antes de depositar en la nueva celda aquellos que no se trasladen para su tratamiento fuera de Aragón para su incineración.
La segunda etapa, prevista a partir de 2010, comprenderá las operaciones de desmantelamiento del actual vertedero y la gestión de los residuos, el traslado y depósito en la nueva celda. Los residuos líquidos que puedan recuperarse no se depositarán en la celda de seguridad, sino que serán entregados a gestor autorizado para su eliminación en diversas plantas de Europa. La tercera etapa prevista para 2011 comprende los trabajos de sellado del vertedero y la restauración paisajística.
En la actualidad, existen 140 piezómetros de control o bombeo en Bailín. Además, se cuenta con una amplia red de extracción, que incluye sistemas portátiles. Para la gestión de los residuos líquidos extraídos, se construyó una planta depuradora con tratamiento físico-químico y de lodos, cuatro balsas de regulación de lixiviados, además de infraestructuras complementarias para el estudio y la realización de frecuentes y constantes analíticas de aguas, que se realizan cada hora.
Actividad histórica
La empresa Industrias Químicas del Noroeste, S.A. (INQUINOSA) comenzó su actividad hace más de treinta años, antes de que existiera la Administración autonómica, y cuando la legislación ambiental que aplicaba la Administración del Estado no establecía criterios tan exigentes como los actuales para la correcta gestión de los residuos. Durante el periodo en el que desarrolló su actividad, desde 1974 hasta 1987, la empresa generó residuos derivados de la fabricación del lindano, que se depositaron sin un tratamiento específico y adecuado en los vertederos de residuos urbanos de Sabiñánigo, ubicados en las zonas de Sardas y Bailín. Ante la falta de respuesta de la empresa para asumir sus responsabilidades, requerida para ello judicialmente sin que haya tenido frutos, ha sido el Gobierno de Aragón el que ha actuado de manera subsidiaria, con la colaboración financiera de la Administración Central.
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