1/18/2009

Ficciones sobre la PAC

19.1.2009.



Por: Jesús Domingo

El Ejecutivo comunitario quiere que la Política Agrícola Común (PAC) deje de ser "la culpable de muchas cosas" y la define como el "chivo expiatorio" del que en los últimos años se han escrito "muchas falsedades".


Para rebatirlas ha hecho público un documento en el que defiende a la PAC por mantener un sector vibrante en toda la Unión Europea (UE); ser responsable de la preservación en Europa de su patrimonio rural y de la protección del medio ambiente y el bienestar de los animales; proveer a la sociedad de abundantes alimentos; y aportar un fortalecimiento "multimillonario" en la industria agroalimentaria.

 

Lamenta que la PAC siga viéndose como la política que fue en los años 70 y 80 "cuando no guarda ninguna relación en absoluto", ya que durante la última década y media la PAC ha sido ampliamente reformada, primero en 1992, posteriormente en 1999 y finalmente en 2003, lo que ha permitido obtener una PAC "moderna, donde los agricultores son más competitivos y libres de responder a las señales del mercado".

 

Además, han desaparecido los incentivos a la no producción y las ayudas están supeditadas al respeto al medio ambiente, el bienestar animal y la calidad de los alimentos.

 

Las principales "ideas erróneas" que la Comisión Europea (CE) desmiente son que la PAC es:

-"Demasiado cara": es un razonamiento, según el Ejecutivo comunitario, "simplista y engañoso", ya que si tenemos en cuenta todos los presupuestos públicos sólo supone el 1 por ciento del gasto público en la UE, lo que ocurre es que hay que tener en cuenta que es la única política financiada totalmente con cargo al presupuesto comunitario.

 

-No alienta la sobreproducción de productos básicos no deseados: a partir de 1992 y más especialmente desde 2003 se ha cortado la relación entre ayudas y producción, con lo que ahora los agricultores pueden convertirse en "verdaderos empresarios, producir lo que demanda el mercado y lo que los consumidores quieren, además de buscar y explotar nuevos mercados".

 

-No fomenta la agricultura intensiva y no es mala para el medio ambiente: no sólo no es verdad, sino que además la PAC recompensa los sistemas de producción extensiva y las ayudas están ligadas a las normas de condicionalidad -medio ambiente, bienestar animal y normas de calidad alimentaria-.

 

-No es la culpable de la crisis alimentaria: es más, la CE defiende que puede ser parte de la solución para aliviar la presión mundial sobre los precios de los alimentos.

 

-La CE no está desmantelando la PAC: todo lo contrario, está comprometida con su modernización, racionalización y simplificación.

 

-No ampliará las ayudas al tabaco: la idea es, a más tardar eliminar las ayudas en 2010, es una reforma "firmada, sellada e inamovible y no hay ni habrá una propuesta para ampliar las subvenciones al tabaco más allá de 2010".

 

-Su objetivo no es que los ganaderos de leche dejen de producir: busca que agricultores e industria se sienten a determinar el nivel apropiado de la producción y el precio correcto.

 

-No es "ningún secreto" y se sabe el dinero que emplea: está altamente comprometida con la "transparencia" de forma que los contribuyentes sepan a dónde va su dinero en cada momento.

 

-No es cierto que la UE "no haga nada por los países más pobres": los 50 países más desfavorecidos tienen acceso libre al mercado comunitario para todos los productos, excepto armas, por lo tanto la UE es el mayor mercado para las exportaciones agrícolas de los mismos y ofrece más ayuda al desarrollo del comercio que el resto del mundo en su conjunto.

 

-No es responsable de la crisis en las negociaciones de la Ronda de Doha: la UE ha ofrecido eliminar todos los subsidios a la exportación a partir de 2013, los subsidios que distorsionan el comercio en un 70 por ciento y reducir los aranceles en más de la mitad. Todas estas medidas han permitido progresar en las negociaciones por lo que asegura el problema está en "otros asuntos", como el hecho de no encontrar un equilibrio entre lo que ofrece la agricultura y los aranceles industriales

 

 

Jesús Domingo Martínez

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