1/22/2007

Debate liberal: ¿El Mundo se acaba en el 2029?

Interesante noticia de el Mundo (el de minúscula, el periódico) sobre el fin del mundo (el con mayúscula, en el que vivimos). Un nuevo asteroide amenaza la vida de la tierra. Si fuese así, si de verdad acertase en el blanco, los blancos y negros juntos resolveremos el problema del más allá en un santiamén. Si vivo para entonces, porque es posible, ya os contaré en este Liberal (que también es posible, pero menos) lo que sentí en el momento del final.


Por lo menos nos dejan respirar veinte años para sufrir la angustia día a día. ¿Llegará o no llegará ese final? Y, seguro, que la NASA saca hoy tajada. Presupuestos millonarios para la desintegración nuclear del asteroide, derechos reservados, película oscarizada, y los salvadores del mundo, también serán olvidados.

Ilusión para todos los ecologistas radicales ¡teníamos razón! dirán. Y yo diré ¡en absoluto! no fue el hombre el que destruyó el mundo, fue el asteroide al que no aplicásteis la política anti-natalista.

Pero al final, como ni creéis en nada, no quedará nada diferente a lo que queraría sin asteroide. Un pulsar en la eternidad.

Frid.

Artículo:

Si fuese así, pues a prepararse pero a vivir sin problemas, lo que quede detrás no será problema nuestro. Y ¿si no es así? tranquilos. El mundo se está "acabando" continuamente. Es cuestión de profecías y profetas. Hoy es la Nasa y el asteroide Apophis.

Pues sí. Andamos todos preocupados con futilezas del tipo de si se rompe España o suben las hipotecas, y para nada. Una pérdida de tiempo y de energía, una acumulación totalmente inútil de mala leche, a la vista de lo que publica hoy El Mundo: que el mundo (valga la redundancia, pero en minúscula) se acabará en el 2029. No, no se extrañe el lector que haya ojeado distraidamente el diario de este domingo, ni piense “qué raro que se me haya pasado, un notición así debía venir en letras grandes, a fin de cuentas no pasa cada día”. Pues no. Sin duda guiados por el afán de no causar alarma (no sé si social o no, pero alarma en todo caso), la noticia aparece en el magazine, y concretamente en su página 43. En abril de 2029 hay una alta probabilidad de que un asteroide llamado Apophis impacte contra la Tierra liberando una energía equivalente a 100.000 bombas como la de Hiroshima.
Eso sí: la NASA ya ha tomado sus medidas y, en el más puro estilo Bruce Willis en Armaggedon, ya dispone de dos planes, a saber: a y b. El primero consiste en adosarle al meteorito una especie de motor gigante y tirar de él hasta el infinito (“y más allá…”, probablemente). El segundo es más vulgar, ya saben, la consabida bomba atómica que haga estallar el meteorito en mil pedazos y tal. Nada original. Me he quedado más tranquilo, la verdad. No, no porque las soluciones parezcan muy fiables, qué va. Más bien porque oye, me he quitado un montón de preocupaciones de encima. De entrada, sólo he de preocuparme de que la jubilación me dure cuatro años, ya que en el 2029 cumpliré 69 (mira, qué edad más cachonda para morirse). De otra parte, el debate sobre si España es una nación de naciones o no ya no será eterno, sino que tiene fecha de caducidad: abril de 2009. Está luego lo de Bin Laden: ¿vive o murió de un catarro? Tanto da: en el 2029 la palma seguro, y otro tema resuelto. Otro tanto con Castro: para entonces ya no habremos de discutir si tiene cáncer o no, y el dilema revolución o muerte quedará definitivamente resuelto.
Lo dicho: una tranquilidad.
Germont

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