1/17/2007

Un náufrago entre técnicos. La buena voluntad del representante de UAGA-COAG en las jornadas sobre agua y sostenibilidad de la EXPO 2008


Empezó disculpándose pero luego cogió carrerilla y largó, y largó bien José Manuel Penella, representante del sindicato agrario UAGA-COAG de Aragón, regante monegrino.

Lo primero que dejó claro es que la agricultura seguirá siendo necesaria para la producción de alimentos. Y eso pienso yo, a mí eso de comer de pastillas nutritivas y plásticos de fibra sintética no me atrae mucho, y no creo que ni los "pobres" acepten la sustitución del muslo de pollo por su equivalente energético. Somos humanos, no robots. Quizá con eso de la bio-tecnología lograrán fabricar otro tipo de seres trabajadores, dóciles, que coman pastillas, que no hagan el amor y que no tengan corazón. Por ahí van los "científicos progresistas", todo ufanos buscando un "super-hombre" que nos sustituya. No saben que también los sustituirá a ellos una vez acabado su trabajo de doctor frankestein.

Pero el señor Penella no es un soñador de super-hombres pastilleros, es un agricultor; y está pegado a la tierra. Y avisa: en Estados Unidos que se está haciendo rentable el cultivo energético han provocado la subida del precio del maiz y eso ha repercutido en la torta de maiz de los mejicanos. Pues a ver si nos sale la cuenta y fletamos barcos hacia Méjico.

Pero tenía interés en oir lo que pensaba de la PAC y no encontré al agricultor. Cambió de chaqueta y se puso el traje de sindicalista. Marquesas temblad porque sois la perdición de la tierra. Él vive del agro y vosotras no tenéis los mismos derechos para la "nueva PAC solidaria que propone!" Su modelo social pasa por sólo sostener a los que son "trabajadores por definición". Y la política de la PAC basada en la tierra aporta subvenciones indiscriminadamente.

Entiendo que las ayudas sociales vayan más al que tiene necesidad, que se quiera primar el que el agricultor se quede en el territorio, que se escalonen las ayudas según el nivel de renta final, pero ¡la pobre marquesa! se encontró convicta, confesa y condenada sin venir a cuento.

Una posición débil en su defensa fue que el regadío no consume el agua, que la transforma, que los alimentos son el 80% agua, también lo somos nosotros. Pero no es malo consumir agua, lo malo es derrocharla.

El agua consumida por el regadío bien utilizada está. Además el que los agricultores consuman el 80% del recurso es un colchón para la sequía urbana. ¿Quién no compra el agua de riego para dar de beber y quién no sabe que los regantes más rentables de un sistema de riego son los abastecimientos y las industrias a los que suministran?

frid

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