Versiones contrapuestas en el Foro agua y agricultura de la EXPO 2008. Lo estéril de las "nuevas culturas del agua".

Tuve la suerte de poder asistir, aunque sólo a la introducción y las primeras ponencias del Quinto foro permanente sobre el agua y agricultura. Claves para un futuro sostenible.

Lo confieso, verme entre los asistentes y no en la mesa me llenó de nostalgia, pero los tiempos son otros. Unos suben y otros bajan. Y hoy ellos son los que nos deben dar la solución al problema. Un problema que la presentadora del foro, la periodista del País, Inmaculada Mardones mostraba de un modo gráfico: "llevamos quince años hablando del agua y seguimos en la misma encrucijada". Y concluyo: no son quince años, son todos los años desde los que está en vigor la ley "socialista" del agua y su "planificación hidrológica".

Una puntualización interpretativa: "los quince años deben de ser los que hay desde el nacimiento de la Nueva Cultura del Agua, hoy imperante en la Moncloa.

¿Por qué esa Nueva Cultura no se nota? Pues, básicamente porque está sustentada en el "no hacer nada". Su "gestión de la demanda" es sin incrementar y, más bien, disminuir la oferta. Por eso no se resuelven los problemas del agua. Hay sequías e inundaciones. Ambos fenómenos naturales, no inventados, reclaman regulaciones. Y, si se niega la única acción racional, la demagogia venderá sueños, pero la realidad repartirá problemas, hambre y daños en personas y bienes.


La realidad... qué palabra más sugerente. Una realidad que no se crea, que está ahí y es mensurable: las gotas de agua que caen del cielo, las que se evaporan, las que se regulan en nuestros sistemas, las que se utilizan y las que retornan. Una realidad que es indiferente a la dialéctica, es más antigua y permanente.

La dialéctica... sirve para vender poesía, para soñar, para pasar el rato. Pero una vez hablado, bien que sacia su sed el conferenciante en el "real" vaso de agua.

frid