Curioso modo de defender la dignidad de los animales. El no castrarlos empeora el sabor del lechón, pero se escandalizan los mismos que tienen animales de compañía castrados para evitar problemas.
No a la castración de lechones
Los lechones machos son castrados de forma rutinaria para evitar que la carne tenga olor y sabor sexual. Actualmente, está permitida la castración quirúrgica sin anestesia antes de los 7 días de edad. No obstante, los legisladores, influenciados por la presión de movimientos a favor de los animales domésticos, barajan prohibir esta práctica por ser muy dolorosa a cualquier edad.
La conclusión fundamental de la propuesta es que la prohibición de la castración quirúrgica podría causar importantes problemas a la producción porcina y a la industria porcina, que no es el lugar donde enumerarlos, para los cuales no están preparados.
Cabrían algunas opciones pero todas costosas y la mayor parte de las posibles también prohibidas por la Unión Europea. Lo más significativo es que la presión la hagan movimientos formados por personas que tienen animales de compañía castrados para evitar molestias provocadas por los movimientos fisiológicos naturales que estos animales puedan tener. Cuanta hipocresía hay en el tema de las defensa de los animales y en la vigilancia por su bienestar. Las gallinas ponedoras han de poder escarbar, a los cerdos no se les puede castrar, en cambio se pueden tener mascotas procedentes de países exóticos, de híbridos interespecíficos (por tanto, infértiles), transgénicas, castradas, enjauladas, etc., a las que podemos abandonar cuando nos cansemos de ellas.
1/30/2007
La hipocresía de los "animalistas" con el "No a la castración de lechones".
Publicado por cartapacio.liberal en 10:12 a. m.
Etiquetas: castración, lechones, Unión Europea
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