11/28/2008

De acuerdo con ASAJA Aragón


Ayer, el mismo día que la Comisión de Medio Ambiente rechaza declara España libre de transgénicos, ASAJA Aragón declaraba “es un ‘absurdo’ ir en contra de los OGM’s”


En un comunicado el Secretario Regional de ASAJA Aragón cargadoba duramente contra aquellos que mantienen un discurso “sin argumentos de peso” en contra de los OGM, cuando la situación mundial refleja claramente que los transgénicos pueden aliviar la presión inflacionista de los alimentos así como servir claramente para elaborar biocarburantes. Estoy en total acuerdo con esta organización profesional agraria.


“Según defiende ASAJA Aragón, continuaba el comunicado, el futuro del sector agrario y del abastecimiento alimentario de la población mundial se encuentra en los transgénicos, pues los OGM permiten un incremento de los rendimientos, y eso es beneficioso tanto para la alimentación de la población como para la posible sustitución del petróleo con los biocombustibles”. Sin duda que desde esta organización se apuestan claramente por los organismos genéticamente modificados y la biotecnología. En este caso no participamos del mismo optimismo, serán una ayuda, pero que sea el futuro del sector del abastecimiento habrá que demostralo.


Tienen razón en els iguiente argumento: “Ahora mismo estamos de nuevo en un punto, en el que por ejemplo, se están poniendo grandes trabas en los tratamientos fitosanitarios, y para contrarrestar esa posible pérdida de rendimientos, está claro que con semillas transgénicas se puede producir más en todo el mundo y de una forma segura y eficaz, pese a los ‘temores infundados’ que manifiestan algunos grupos ecologistas y otras organizaciones agrarias” Este argumento de ASAJA lo hemos puesto de manifiesto en el artículo “Un contrasentido” publicado recientemente en Aragón liberal.


Otro de los argumentos que se rechaza desde ASAJA es el de culpabilizar a los biocombustibles de la fuerte volatilidad en los mercados de algunas materias primas; “precisamente se podría perfectamente sembrar miles de hectáreas por ejemplo con maíz transgénico y dedicarlo a biocarburantes, aunque ahora el precio del barril de petróleo no lo hace tan atractivo, pero seguro que vuelve a subir en unas semanas”. Que en tiempos en los que la rentabilidad y viabilidad de las explotaciones pende de un hilo, y cuando millones de personas en el mundo pasan hambre, se reniegue de los OGMs, “es un ejercicio de demagogia”. Precisamente acaba de aparecer una noticia al respecto: EEUU podría aprobar próximamente maíz OMG diseñado específicamente para fabricar bioetanol. Las autoridades de Estados Unidos podrían aprobar el cultivo del primer maíz OMG (transgénico) diseñado específicamente para la producción de bioetanol, habiendo ya iniciado el proceso de objeciones públicas sobre su eventual aprobación.


Se trata de un maíz que está transformado con un gen bacteriano que produce una enzima alfa amilasa. De esta manera, el maíz se procesa de una forma mucho más fácil y económica que el maíz convencional, al contener en el mismo grano la enzima necesaria para descomponer el almidón en azúcares simples. El procesado de este tipo de maíz implica también un menor consumo de energía y mejor balance energéticos, con menos emisiones de gases de efecto invernadero.


La UE está estudiando qué hacer con los procesos de autorización de los OGM, y en el seno de los 27 hay una enorme distancia política entre unos países y otros, mientras desde EEUU y otras potencias agrícolas como Brasil o Argentina, China o la India tienen clara su apuesta por los transgénicos. En EEUU, la inminente comercialización de OGM de segunda generación planteará un gran dilema para la industria alimentaria de la UE, en particular en la alimentación animal ya que salvo que se tomen medidas que impliquen una mayor tolerancia "la ganadería europea perderá competitividad de forma importante, lo que puede ser el estoque final a nuestras cabañas ganaderas.


Nos felicitamos porque hoy mismo la Comisión Medio Ambiente ha rechazado declarar España territorio libre transgénicos.


Jesús Domingo

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