“Continúa el auge de las ventas de vehículos flex-fuel en Brasil”, leía en un titular hace unos pocos días. Según la misma información, Brasil llegará a finales de este año a la cifra de siete millones de vehículos capaces de utilizar bioetanol como carburante (flex-fuel) fabricados desde 2003, afirmaban desde la asociación de fabricantes de automóviles Anfavea.
En el año pasado se vendieron 2 millones de automóviles flex-fuel, lo que supone un 85,6% del total de las matriculaciones. Con este ritmo de crecimiento, se estima que en 2013 más de la mitad de los vehículos brasileños (52 %) tendrán la característica flex-fuel, que permite utilizar bioetanol en mezcla con la gasolina en cualquier proporción, frente a solamente un 17% en 2007.
Sin duda se trata de una clara apuesta por un producto, bioetanol, que fabrica un país productor neto de bioetanol consumidor fijo de petróleo de origen fósil, y que sin duda significa, una continuidad de la producción masiva.
Jesús Domingo Martínez
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