11/21/2008

El cambio climático y la salud centran las contribuciones voluntarias del Gobierno a organismos internacionales para ayudas al desarrollo



Dentro del marco de la Ley de Cooperación

Hoy el Consejo de Ministros ha aprobado un paquete de contribuciones voluntarias de ayuda al desarrollo por importe de 21.560.000 de euros.

El total de los recursos de ayuda al desarrollo dedicados a favorecer la lucha contra el cambio climático y la adaptación al mismo desde 2004 se ha multiplicado por diez.
El Consejo de Ministros de hoy ha aprobado un paquete de contribuciones voluntarias de ayuda al desarrollo por importe de 21.560.000 millones de euros dirigidos a programas relacionados con la lucha contra el cambio climático y fenómenos adversos, a la utilización racional de productos químicos y al programa cambio climático y salud.

Este paquete se enmarca en la Ley de Cooperación, que considera que el ser humano, en su dimensión individual y colectiva, es el destinatario último de la política de cooperación de desarrollo. La pobreza no es una dimensión exclusivamente definida por la ausencia de ingresos y recursos económicos, sino que también incluye la idea de vulnerabilidad y ausencia de capacidades. Por ello la cooperación en el sector del medio ambiente y, en particular, el cambio climático, debe estar plenamente integrada en la lucha contra la pobreza y centrada en el desarrollo humano.

Desde el inicio de la pasada legislatura se duplicó la ayuda oficial al desarrollo, mientras que el total de los recursos de ayuda al desarrollo dedicados a favorecer la lucha contra el cambio climático y la adaptación al cambió climático desde 2004 se ha multiplicado por diez.

INVERSIONES EN CURSO

La Organización Mundial de la Salud se encuentra desarrollando el "Programa sobre Salud y Cambio Climático " que pretende la evaluación de los efectos para la salud del cambio climático. La mayor parte de las actividades se han realizado a través de proyectos como el del "Cambio Climático y adopción de estrategias para la salud humana en Europa (CASH).

La costa caribeña de Guatemala, Honduras y Nicaragua es especialmente vulnerable a los fenómenos meteorológicos extremos. El cambio climático global y los riesgos asociados como la elevación del nivel del mar y fenómenos meteorológicos extremos han puesto de relieve la importancia de los manglares como una zona de amortiguamiento para la protección de las costas tropicales y subtropicales y, en consecuencia, de poblaciones especialmente vulnerables afincadas en la zona y dependientes de su capacidad protectora. Por ello, la inversión prevista en la primera etapa que tendrá un año de duración en la que se llevarán a cabo estudios de diagnóstico en los países, asciende a 1,2 millones de euros.

Por otra parte, se ha aprobado el pago de la contribución española de 2008 a la Unidad Regional de la Estrategia Internacional de Reducción de Desastres para las Américas (Eird para las Américas), por importe de 1.000.000 euros con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo. El cambio climático lleva aparejado un incremento notable de la intensidad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos; impactando notablemente en el número y consecuencias negativas de los desastres naturales. Es imprescindible por ello invertir en capacidad de diagnóstico y prevención, sistemas de alerta temprana y reacción en caso de acaecimiento del riesgo.

Ese es el contexto también en que se aprueba el pago de la contribución española en 2008 al Fondo Fiduciario Temático para la Prevención de Crisis y Recuperación (CPR TTF) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), por importe de 2.600.000 euros, con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo. Los fondos fiduciarios temáticos son gestionados a través de la Oficina de Prevención y de Recuperación de crisis (BCPR) del PNUD creada en 2001 y cuyo cometido y principal objetivo es restablecer y recuperar la calidad de vida de los hombres, mujeres y niños y niñas que se ven afectados por los conflictos violentos y/o los desastres naturales. Dentro de los diferentes fondos fiduciarios que el BCPR gestiona, el relativo a la Prevención y de recuperación de crisis es uno de los que mayor apoyo ha recibido por parte de los donantes.

SALUD Y PREVENCIÓN DE RIESGOS INDUSTRIALES

A menudo, las condiciones de vida inadecuadas en los países en desarrollo dejan a sus poblaciones vulnerables a los riesgos de sustancias tóxicas, y muchas de ellas trabajan en actividades, como la agricultura y la minería, que las exponen permanentemente a sustancias nocivas. La exposición a productos químicos afecta también a la enseñanza primaria porque perjudica el crecimiento físico y emocional de los niños y, en el caso de metales como el plomo y el mercurio, pueden tener efectos adversos graves e irreversibles sobre el desarrollo mental de éstos.

Así, se aprueba el pago de la contribución española de 2008 al enfoque estratégico de la Gestión Internacional de Químicos (SAICM) del programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, por importe de 1.000.000 euros con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo.


21 de noviembre de 2008

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