Recordando a D. Enrique Balcells
La Ciencia se construye día a día con el trabajo callado de esas personas que apenas aparecen en los medios de comunicación
Hace una semana, el lunes día 5 de febrero, falleció Enrique Balcells, uno de los fundadores del Instituto Pirenaico de Ecología con sede en Jaca, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Todo el mundo sabía quién era en Jaca, lo recordamos cuando asistía a Misa diaria, antes en la Catedral, más adelante en la Iglesia de Santiago por aquello de que es menos fría. Su figura era inconfundible, ya de lejos, por su corpulencia,y su forma de andar. En el año 2000, recibió un homenaje en Jaca, con la inauguración de una calle con su nombre y que se encuentra junto a la sede actual del Instituto Pirenaico de Ecología; y la condecoración con el sueldo Jaqués; Fue profesor honorario de la Universidad de Navarra, Doctor Honoris Causa por la de Zaragoza, consejero de número del CSIC, miembro del Instituto Ecuatoriano de Ciencias Naturales, miembro honorario de la Sociedad Zoológica de Francia, académico de la Real Academia de Bellas Artes de Barcelona, miembro del Patronato del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido... y muchos reconocimientos más. Se encontraba ya jubilado desde 1987, y sin embargo, sus múltiples actividades le seguían vinculando a sus antiguos quehaceres en favor de la ciencia. Pero lo que más llamaba la atención en él fue precisamente eso, el no llamar la atención y pasar prá¡cticamente desapercibido a pesar de la gran actividad que desplegó en su vida, tanto profesionalmente como humanamente, con su vida impregnada de sentido cristiano. Descanse en paz.
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