Sería posible que el zumo de naranja sirviese para fabricar bioetanol?

¿Funcionarán con zumo de naranja?

 

Ante la grave crisis de precios que sufren los cítricos valencianos, el Gobierno valenciano está potenciando un estudio para la obtención de bioetanol, a partir de la pulpa y el deshecho de la producción de naranjas valencianas. Y es que, en la Comunidad Valenciana en un breve plazo de tiempo, con la incorporación de una nueva planta, dispondrá de 500.000 toneladas de pulpa y corteza de deshecho que podrían generar, según los experiencias realizadas en California, 37.500.000 litros de bioetanol, el equivalente al 16 por ciento de la producción nacional de bioetanol de hoy en día, que ronda las 240.000 toneladas al año.

 

Con esta cantidad de bioetanol, según fuentes oficiales, podría suministrarse mezcla de combustible para 550.000 vehículos, más del 25 por ciento del total del parque automovilístico de la zona de Levante.

 

Científicos valencianos, subvencionados por la Comunidad, estudian cómo obtener a partir de los deshechos de pulpa y cáscara de cítricos un combustible para vehículos llamado bioetanol, aunque también se ha propuesto el nombre de Zumosoil. Con esta iniciativa se abre un nuevo espacio de productividad que no sólo revitalizará a los sectores tradicionales sino que evitará su desaparición, con la ganancia ambiental que supone el mantenimiento de cultivos agrícolas frente a la amenaza de la erosión y desertificación.

 

En definitiva, con este nuevo proyecto de migración energética pretenden conciliar ecología y economía ya que a nivel económico se podría disminuir en un 40 por ciento la dependencia del petróleo, se mantendrían las rentas agrarias de 100.000 familias valencianas, se crearían 2.500 empleos directos y 20.000 indirectos, además de un ahorro de derechos de emisión que podría suponer alrededor de 40 millones de euros anuales. Según fuentes de la misma comunidad valenciana.

 

Además, respecto a las ganancias ambientales, se está hablando de la reducción de un tercio de las emisiones de CO2 en el sector del transporte; la regeneración de 100.000 hectáreas en el interior de la Comunidad Valenciana y la disminución de la tasa de desertificación en un 30 por ciento.

 

Y es que, si Brasil, país excedentario en caña de azúcar, con los excedentes dedicados a la producción de bioetanol ha conseguido reducir el consumo de gasolina para el transporte en más de un 30 % ¿Por qué lo puede hacer Valencia, país excedentario en cítricos? Seguramente que de aquí a poco los coches valencianos funcionaran con naranjas.

 

Jesús Domingo