Los Bancos de alimentos permiten aprovechar y distribuir recursos alimentarios a los más necesitados. Nuestro apoyo a esas iniciativas que hacen algo y bueno por los hombres concretos más que por la humanidad.
A los Bancos de Alimentos
El Presidente del Fondo Español de Garantía Agraria y el Presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), firmaron, el día 29 de enero, un Convenio por el que esta Federación, sin ánimo de lucro y basada en el voluntariado, se convertirá en la organización designada por el FEGA para la distribución de alimentos entre las personas más necesitadas, en el marco del "Plan 2007 de Ayuda CE a las personas más necesitadas del Reino de España".
Los alimentos a repartir, en una cantidad que se aproxima a los 34 millones de K., serán suministrados por empresas del sector que han resultado adjudicatarias, ubicadas en la Unión Europea, y se depositarán en los Bancos de Alimentos afiliados a FESBAL, repartidos en las 52 provincias españolas. Se distribuirán a entidades benéficas de consumo y de reparto, en cuatro fases a lo largo del año 2007.
Este hecho me da ocasión para hacer un comentario de los Bancos de Alimentos. Por mi profesión y por mis estudios universitarios (Ingeniería Agrícola), conozco a profesionales muy buenos, técnicos agrícolas de prestigio que, como voluntarios, dedican parte de su tiempo a facilitar que grandes cantidades de alimentos se puedan distribuir entre los necesitados, los cuales siguen existiendo en nuestra sociedad opulenta; todo eso lo hacen de manera silenciosa. Vaya para ellos mi reconocimiento y el de los lectores que voluntariamente quieran adherirse.
Jesús Domingo Martínez
La pobreza en España (de la web del banco de alimentos)
Estadísticamente la pobreza en Espña alcanza a unos 8 millones de personas, que son aquellas que viven con ingresos inferiores al 50% de la renta "per cápita nacional". Esta tasa de pobreza supera la media de la Unión Europea, se sitúa en valores similares a los de Italia, Irlanda y Reino Unido y sólo es superada por Grecia y Portugal.
No todas las personas, estadísticamente pobres, están en situación de extrema necesidad, pero viven en la antesala que dá paso a la marginación y al desarraigo social.
La necesidad extrema es una consecuencia de la marginación, y la marginación es un subproducto de nuestra sociedad de consumo.
En una sociedad competitiva como la nuestra, el individuo que no tiene o que ha perdido la posibilidad de producir y por tanto de consumir, se le excluye.
En una sociedad como la nuestra en la que no son valores el trabajo, el sacrificio, el respeto a la persona, la entrega a los demás y si lo son el poder, el tener, el placer, la comodidad, los hijos son un problema y los mayores un estorbo.
En un Mundo como el nuestro en el que un 10% de sus habitantes nos repartimos el 80% de su riqueza y el 90% restante apenas se pueden repartir un 20%, los movimientos migratorios son incontenibles y pretender regularlos por ley una estupidez.
Todo ello trae como consecuencia que en las sociedades ricas se den situaciones de necesidad extrema con relativa frecuencia.
Los Bancos de Alimentos hemos atendido en el año 2003 a 325.000 personas y estimamos que no llegamos al 30% de las necesidades reales.
"Un Mundo sin despilfarro, un Mundo sin Hambre"
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