La tregua eléctrica: cara pero no imposible. Pero no para los políticos.
Agradezco de veras el disentir de mi editor en el caso del apagón eléctrico propuesto por Amigos de la tierra y que hoy he querido compartir con todos ustedes.
Me encanta. Simplemente me parece esta opinión muy válida no ya sólo por sus argumentos, que tienen mucho de sentido común, sino porque es fiel reflejo de la libertad de expresión y de opinión que transmite este diario.
Esta claro que el sense of common es verdaderamente el menos común de los sentidos. A la vista esta.
Aquí queda bien reflejado que una visión y trayectoria humanística es necesaria en la sociedad en la que nos ha tocado vivir. Aprovecho esta ocasión para unirme al sentir de los padres que se esfuerzan en formar a sus hijos en cuantas más disciplinas mejor, pero siempre sin descuidar esa formación en el espíritu crítico, pero muy constructivo, como aquí en la editorial hoy se hace.
Dicho esto si que transmitirles mi opinión que más que un gesto 'ecológico' como bien escribe el editor, he pretendido llamar la atención a nuestros políticos. Este ha sido el verdadero fin, aprovechando el asunto de la 'tregua de la luz' que en el titular he resaltado.
Ya saben mi constante crítica, constructiva siempre, hacía a nuestros líderes políticos que cada día se alejan más de las necesidades y de las demandas de nosotros, los ciudadanos. Su objetivo, no el de todos, el perpetuarse en el sillón o poltrona de lo que supone un cargo público. O es que quizás trabajan para el ciudadano pero no saben adecuarse o llenar de contenido sus mensajes. Y esto es verdaderamente la clave de toda la actuación de un hombre o mujer 'publico'. Por mucho que se haga no se transmite adecuadamente la acción es en balde.
Debo de confesarles que me encanta la acción política pues procedo de una saga familiar que ambicionaba la política como forma de servir al bien común. Pues sí, sí, desde 1861 mis antepasados de generación en generación han estado ostentando cargos públicos, ora en el ayuntamiento de la ciudad o en el Congreso de los Diputados. Pero la vida y este amor por nuestro país se trunco debido a nuestra cruenta guerra civil. En fin, y ahora quieren restituir la memoria histórica. ¿Qué sabrá este 'presidente por accidente' o, mejor dicho, que le habrá inculcado su abuelo?
Los míos, ambos dos, murieron por Dios, por su patria y por su familia. Así en este orden, sin complejos. Pues bien mis dos abuelas, su mayor legado junto con sus hijos, nunca nos transmitieron odio ni rencor hacia nada ni hacia nadie. En fin otra vez se lo contaré. Ahora me estoy distrayendo con sentimentalismos. Perdónenme.
Ahora volviendo a lo del apagón sólo contestarle a mi querido amigo editor que no creo yo que secundarán muchos ciudadanos esta 'huelga'. Pero sí que acepto que realmente que el mejor apagón es el del telediario y el de la prensa oficial.
Totalmente de acuerdo. Y efectivamente dedicarlo como lo voy a hacer a la familia, a los amigos o a los necesitados.
Atalaya aragonesa por Diego de Rivas
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