2/01/2007

En defensa del vino. En defensa de los achispados. En defensa de los alegres. En defensa de la salud.

Han conseguido que todos estén en contra. ¿Pero es una medida de entretenimiento para que no nos fijemos en sus otras y numerosas incompetencias?



Todo el sector vitivinícola presenta el manifiesto "Por la defensa de la viña y el vino". Exigen al Gobierno que excluya el vino de la futura "ley de prevención del consumo de bebidas alcohólicas por menores"



Estos días el sector vitivinícola español, representado por las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG y UPA, la Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE) y las asociaciones empresariales FEV y AVIMES han mostrado una gran preocupación por los efectos negativos que tendría en el sector la aplicación de las intenciones planteadas por el Ministerio de Sanidad en el borrador del "Anteproyecto de Ley de medidas sanitarias para la protección de la salud y la prevención del consumo de bebidas alcohólicas por menores". La aprobación de dicha norma ocasionaría graves perjuicios al sector que afectaría desde los viticultores, a los elaboradores y a la distribución, además de al resto de la sociedad, ya que coarta la libertad del ciudadano adulto que pretenda continuar ejerciendo un consumo moderado y responsable del vino.



Aún siendo conscientes del problema del alcoholismo en los jóvenes y apoyando la necesidad de adoptar iniciativas que pretendan encontrar soluciones, estos grupos manifiestan, con razón, que no pueden aceptar determinadas medidas planteadas en el borrador de Ley, tales como la intromisión a la libertad por parte de los adultos en el acceso y consumo de vino, la limitación en la promoción y publicidad o las restricciones al uso de marcas, por poner algunos ejemplos.



El sector ha elaborado un manifiesto con el título "Por la defensa de la Viña y el Vino", que fue presentado en rueda de prensa, manifiesto que se ha difundido por todo el Estado con el objetivo de buscar el apoyo de la mayor parte de la sociedad, todo ello en aras de trasladar la gran trascendencia que la viña y el vino tienen en nuestra cultura , tanto en su componentes socioeconómica como medioambiental y de desarrollo rural (con 1,2 millones de has, 400.000 explotaciones, 30.000 empleos directos y otros tantos complementarios). El cultivo del viñedo está integrado en el medio natural (protector ante la erosión de suelos, configurador de un paisaje característico y elemento de lucha contra el cambio climático) y el vino está reconocido como alimento en la Ley de la Viña y el Vino, ligado a la dieta mediterránea y con innumerables ventajas sanitarias; de elemento relacionado íntimamente con la historia y cultura de nuestro país. Destacan, por tanto, que el mundo del vino posee un conjunto innumerable de aspectos positivos que es necesario reconocer y valorar en sus justos términos.



"No podemos entender la criminalización que se suele asignar al vino en temas de alcoholismo cuando en España el consumo de vino ha descendido de una manera acelerada y considerable, pasando de más de 70 a 26 litros por persona en menos de tres décadas", afirman. Esta realidad es paradójica frente a un incremento de los problemas derivados del alcohol, y especialmente entre la juventud entre los que le vino no es, precisamente, la bebida protagonista.



En definitiva, plantean que el vino no es el problema y, por tanto, no debe vincularse con el problema social que supone el consumo abusivo del alcohol entre los jóvenes. Bien al contrario, las mismas pautas de moderación y consumo controlado, dentro de una dieta equilibrada, que se dan en el vino, deben servir de ejemplo frente a otros desórdenes y consumos inadecuados de alcohol.



Personalmente, estoy convencido de que la información, la educación y la formación sobre la cultura del vino desembocan en una prevención natural que es la mejor forma de atajar el riesgo de abuso de su consumo. Por ello, "el conocimiento de la cultura del vino es la solución".



Como conclusión, el manifiesto que comentamos pretende buscar apoyos entre instituciones, entidades, organizaciones, colectivos y personas con el objetivo de que se reconozca la especificidad del vino y reclamar su exclusión de la propuesta normativa, en base al conjunto innumerable de valores positivos que posee.



Jesús Domingo

2 comentarios:

William Manney dijo...

COmpletamente de acuerdo. Tal como comento en mi artículo, cuando nuestra ministra Salgado le da por pensar mejor es ponerse a cubierto. Pero ahora no pierde el tiempo en nimiedades como el tema de la hamburguesa o el tabaco. Ahora desgraciadamente va a atacar directamente al vino, y en consecuencia a la cultura y la industria.

Me pregunto yo que pensaran estos dos ministerios del tema, pero bueno la respuesta es simple: están encantados, con su analfabetismo funcional, es para llorar hasta la deshidratación...

Es una ley, que atenta contra mi libertad individual, y la de todos.

Saludos cordiales!

rasputinsky dijo...

Gracias triste, si nos quitan el vino será difícil que pases a Alegre Moreno.